martes, 29 de mayo de 2012

Un viaje para el recuerdo

Así lo vivió la prensa... Deportivo Coreano, campeón en el 2011 del Interno de Hacoaj, viajó el fin de semana a Uruguay para medirse con un combinado de Hebraica y Macabi de ese país. El resultado fue 3 a 3 pero pasó a ser una anécdota, ya que los jugadores tuvieron una experiencia increíble. Damián Margulis, Martín Broutvaien y Ariel Alpern contaron sus sensaciones en Stampa. El conjunto Coreano, que tuvo una gran campaña el año pasado en el Interno del club de Tigre logrando el título clasificó de esa manera a un partido en Uruguay, con todo pago, para medirse con un combinado de jugadores de la colectividad de dicho país. El primer tiempo finalizó 3 a 1 abajo con un tanto de Dario “Cholo” Cheistwer, mientras que en el complemento llegó la igualdad de la mano de Matías “Timi” Nadborny e Ilán Vugin. Terminó siendo 3 a 3, pero el resultado fue secundario ya que los chicos disfrutaron de un viaje histórico. Damián Margulis, volante central del Deportivo Coreano, manifestó: “El viaje a Uruguay fue la coronación de un gran 2011. El equipo vivenció un viaje inolvidable, la organización fue perfecta. Desde el viaje en primera clase con Buquebus, a tener un micro esperando a la delegación para nosotros, ir al Holiday Inn todo pago y tener la posibilidad de enfrentarnos contra un equipo de la colectividad de otro país es un recuerdo barbaro”. Por su parte, el delegado y jugador del equipo, Martin Broutvaien, expresó: “Este viaje fue la coronación de un gran año, algo que el equipo merecía por la campaña realizada habiendo perdido un solo partido en los dos torneos. Siendo campeón invicto en el Apertura, tercero en el Clausura, y ganando por penales una final donde fue superior”. A su vez, el delegado agregó: “El viaje en si fue un lujo, es una realidad que tanto Hacoaj como Félix (el organizador del torneo) estuvieron a nuestra disposición y cumplieron en todo lo que prometieron, el hotel Holiday Inn fue un lujo, pudimos disfrutarlo a full, pudimos jugar un partido contra un combinado de dos equipos que entrenaban 3 veces por semana y de todos modos logramos un empate 3-3 siendo menos, y ellos poniendo 11 frescos en 3 ocasiones, mientras que nosotros estábamos medio destruidos de la noche anterior”. Para concluir, Martin dijo: “Como todo viaje sirve también para afianzar al grupo y dejarnos con ganas de repetir para poder estar de nuevo ahí el año que viene”. Las sensaciones del viaje quedaron grabadas en los jugadores y Ariel Alpern contó las suyas: “El viaje a Uruguay fue una experiencia que no se borrará del bocho jamás. Fue la consagración de un equipo que peleó mucho para conseguir esto, la unión de los lazos más ásperos que había en el plantel, y la demostración de un grupo hermoso a nivel futbolístico como humano. La comodidad, la sonrisa, el fútbol, la bondad y la convivencia llegó a su punto más alto. Este equipo no tiene techo. Como dije anteriormente, queda guardado en el corazón de cada uno que ganó aquel partido contra Guadañas y la victoria frente a La Palermo por ejemplo. Sigamos dando el ejemplo del buen fútbol, compañerismo y del goce en cada domingo de sol que nos toca jugar bajo el cielo de Tigre. Es un sueño cumplido”, concluyó.

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